Nuevo gobierno

El pasado lunes 19 comenzó la investidura, y el viernes 23 tuvimos el primer Consejo de Ministros de la nueva legislatura. En la línea de lo que ha venido siendo Rajoy estos años, no se esforzó mucho en definir con claridad sus estrategias, más allá de un amplio catálogo de objetivos generales y lugares comunes. Una primera conclusión que ya podemos ir apuntando es que el nuevo presidente será de todo menos previsible. Y al parecer, tampoco tiene intención de responder a las preguntas de los periodistas.

Lo cierto es que la reorganización hecha a cuenta de formar el nuevo gobierno dice más de lo que quiere hacer que dos horas de discurso. Es una declaración de intenciones en toda regla la composición de las carteras y quienes las ocupan. La conclusión que creo que puede sacarse es que, más que gobierno, tenemos un consejo de administración, y que hay dos claros polos: poder político (la Vicepresidenta) y poder económico-financiero (el Ministro de Hacienda). A mi modo de ver, hay una consecuencia clara: no hay apuestas por cambiar el modelo económico de España. Podemos ir olvidando las ideas sobre innovación, ciencia, tecnología, etc. El director financiero quiere resultados, y la directora de marketing está para vendernos el producto.

Desde la perspectiva del territorio, la traducción es esta forma de pensar es que todo se reduce a su consideración productiva. De hecho, Medio Ambiente forma parte de un recuperado Ministerio de Agricultura. Aunque siendo malo cabría decir que el único cambio es el nombre, lo cierto es que la problemática ambiental ha quedado relegada a un segundo plano, como demuestra la desaparición de la Secretaría de Cambio Climático. Y aun queda por saber qué va a pasar con la política de desarrollo rural, pero tampoco podemos hacernos muchas ilusiones.

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