En una de esas cabriolas lingüísticas a las que nos tiene acostumbrados el gobierno, consistente en buscar eufemismos ridículos para políticas impresentables, el ministro de medio ambiente, el señor Arias Cañete, ha trasladado el planteamiento de la amnistía fiscal a la costa, lanzando un recorte a la ley existente que por previsible no resulta menos escandaloso. Es un aspecto más de una política generalizada de expolio al medio, con la excusa de que se ha de afrontar la crisis animando la actividad económica. En este caso, además, ha llegado a decir el ministro que está ayudando a resolver problemas ambientales. Pintoresco.
Recorte a nuestra costa
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